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La terapia familiar sistémica es una forma de terapia que se enfoca en las relaciones y dinámicas familiares, en lugar de centrarse en los problemas individuales de cada miembro de la familia.

Corazón rojo y blanco con inscripción en inglés


6 beneficios de la Terapia Familiar Sistémica: 

 

1 – Mejorar la comunicación entre todos los miembros de la familia

Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos en terapia es la falta de comunicación efectiva en el núcleo familiar.

Esta falta de comunicación efectiva da lugar a malentendidos, conflictos no resueltos y sentimientos de frustración y soledad. Cuando los miembros de la familia no se sienten escuchados o comprendidos, pueden surgir tensiones y distanciamientos que afectan la intimidad y la conexión emocional.

No es extraño ver en la adolescencia, niños que se encierran en su habitación y no interactúan apenas con los demás miembros de la familia, ni siquiera para las comidas o las cenas familiares. Todo y que se trata de un comportamiento normal en la adolescencia, hay que saber diferenciar cuando se trata de un comportamiento preocupante que pueda desencadenar en un aislamiento social, perdiendo también el vínculo familiar.

Es importante para los padres mantener un diálogo abierto, una escucha activa, comprensión y sobretodo seguir estableciendo el marco de los límites en el que se puede mover el adolescente para su bienestar.

 

2 – Ayudar a identificar y cambiar patrones disfuncionales en la dinámica familiar

Los patrones disfuncionales más habituales residen en las coaliciones y las alianzas existentes entre diferentes miembros de la familia entre sí (padre-hija, madre-hijo, entre otros) que pueden generar un sentimiento de exclusión en los demás miembros de la familia, provocando conflictos y tensiones familiares.

Otro de los patrones disfuncionales más común es una jerarquía incongruente en la familia. Metafóricamente, podríamos decir que los padres son el Rey y la Reina,  ocupando sus tronos respectivos en el Reino que es la familia. Una jerarquía incongruente es cuando los hijos ocupan dichos tronos y se vuelven los Reyes de la casa: no tienen límites claros, los padres no fomentan el respeto como un valor inequívoco para todos los miembros, entre otros motivos.

 

3- Fomentar la resolución de conflictos de manera constructiva

Resolver los conflictos de manera constructiva es fundamental para mantener la armonía y la estabilidad en el sistema familiar. Evitar la confrontación o recurrir al castigo y la agresión para resolver los desacuerdos familiares. Siempre va a ser más constructivo resolver los conflictos de manera respetuosa y empática. Esto implica escuchar los puntos de vista y las preocupaciones de los demás, también hablando honestamente y de manera clara, respetando los turnos de palabra sin interrupciones.

Buscar soluciones que promuevan la cooperación, la confianza, el respeto y el entendimiento mutuo.

 

4 – Promover la cohesión y la conexión entre los miembros de la familia

Mejorando la comunicación, el respeto, profundizar en los valores familiares, modificando los patrones disfuncionales, resolver los conflictos de manera constructiva, permite promover la cohesión, el apoyo incondicional, la conexión, la confianza y dejando expresarse el amor existente entre los miembros de la familia.

 

5 – Ayudar a los miembros de la familia a desarrollar habilidades de afrontamiento y resolución de problemas

Desde una perspectiva de no-juicio, apoyo incondicional, una comunicación clara y honesta, todos los miembros aprenderán a manejar sus emociones de forma saludable y a practicar la empatía, con mayor autoestima, una mayor independencia y tomas de decisiones mucho más acertadas.

 

6 – Facilitar la adaptación a cambios en la estructura familiar, como divorcios, mudanzas, nacimientos, enfermedades entre otros

Los cambios en la estructura familiar vienen a retar la estabilidad y la armonía familiar.

La vida nos trae constantemente cambios, algunos voluntarios y otros que no dependen de nosotros. Tanto para los unos como para los otros, todos los miembros de la familia se van a enfrentar a dicho cambio de forma muy distinta. Es importante que pueda haber confianza, vulnerabilidad, escucha, apoyo y comprensión para todos los miembros.

El miedo es la emoción que más suele aparecer en estos casos y tener la posibilidad de compartir el miedo con los demás, permite rebajar la intensidad de la emoción. Afrontar estos retos juntos, hace más fuerte al sistema familiar y a todos sus componentes.